lunes, 15 de diciembre de 2014

El cultivo de frijol caupí representa una
excelente alternativa para un gran número de
pequeños productores de la región, pues gracias
a su corto periodo vegetativo puede utilizarse
como cultivo de campaña chica, como así lo
hacen productores de arroz que aprovechan con
el frijol caupí el remanente de humedad de sus
campos. O como cultivo estacional, como lo
hacen la gran cantidad de productores
temporales aprovechando la época de lluvias.
Pero un mayor rendimiento y beneficio
económico se obtiene cuando se siembra como
cultivo principal, ya que tratado adecuadamente
logra rendimientos de más de 2.500 Kg./Ha. lo
cual permite conseguir ingresos similares o


Planta con un sistema radicular bien 
desarrollado, compuesto de una raíz principal y 
muchas raíces secundarias. Los tallos son 
delgados y débiles, angulosos, y de alturas muy 
variables. El porte de la planta está determinado 
por la forma de los tallos; si el tallo principal 
presenta una inflorescencia terminal, la planta 
tendrá un crecimiento determinado (variedades 
enanas o erectas) y si el tallo no produce esta 
inflorescencia terminal y las inflorescencias 
aparecen en las axilas, la planta tendrá un 
crecimiento indeterminado (variedades 
guiadoras o trepadoras).

El fríjol caupi es una planta rustica que se adapta 
a una gran diversidad de suelos, puede tolerar la 
acidez (Ph 5.5.a 6.6.) pero no la alcalinidad ni la 
salinidad ni suelos con mal drenaje. Prospera 
bien en suelos ligeros, bien drenados, profundos, 
de fertilidad media a alta.
Temperatura: El frijol caupi puede prosperar 
entre los 18 °C y 40 °C, con un rango óptimo entre 
20 °C y 35 °C. No tolera las heladas y las 
temperaturas mayores a 40 °C afectan el cuajado 
de las flores y el desarrollo de las vainas. 
Temperaturas menores de 18 °C afectan el 
crecimiento de la planta. La temperatura óptima 
del suelo para una adecuada germinación es de 
21 °C.
Luminosidad: Una buena luminosidad favore


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