excelente alternativa para un gran número de
pequeños productores de la región, pues gracias
a su corto periodo vegetativo puede utilizarse
como cultivo de campaña chica, como así lo
hacen productores de arroz que aprovechan con
el frijol caupí el remanente de humedad de sus
campos. O como cultivo estacional, como lo
hacen la gran cantidad de productores
temporales aprovechando la época de lluvias.
Pero un mayor rendimiento y beneficio
económico se obtiene cuando se siembra como
cultivo principal, ya que tratado adecuadamente
logra rendimientos de más de 2.500 Kg./Ha. lo
cual permite conseguir ingresos similares o
Planta con un sistema radicular bien
desarrollado, compuesto de una raíz principal y
muchas raíces secundarias. Los tallos son
delgados y débiles, angulosos, y de alturas muy
variables. El porte de la planta está determinado
por la forma de los tallos; si el tallo principal
presenta una inflorescencia terminal, la planta
tendrá un crecimiento determinado (variedades
enanas o erectas) y si el tallo no produce esta
inflorescencia terminal y las inflorescencias
aparecen en las axilas, la planta tendrá un
crecimiento indeterminado (variedades
guiadoras o trepadoras).
El fríjol caupi es una planta rustica que se adapta
a una gran diversidad de suelos, puede tolerar la
acidez (Ph 5.5.a 6.6.) pero no la alcalinidad ni la
salinidad ni suelos con mal drenaje. Prospera
bien en suelos ligeros, bien drenados, profundos,
de fertilidad media a alta.
Temperatura: El frijol caupi puede prosperar
entre los 18 °C y 40 °C, con un rango óptimo entre
20 °C y 35 °C. No tolera las heladas y las
temperaturas mayores a 40 °C afectan el cuajado
de las flores y el desarrollo de las vainas.
Temperaturas menores de 18 °C afectan el
crecimiento de la planta. La temperatura óptima
del suelo para una adecuada germinación es de
21 °C.
Luminosidad: Una buena luminosidad favore
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